Así como cuando se toma consciencia que la invertida no sólo es una postura (asana), sino un potente mecanismo que actúa sobre el cuerpo y el espíritu o que es posible practicar posturas que aparentemente son muy difíciles, apoyados únicamente en la respiración y que al expirar se puede colocar un brazo o una pierna de determinada manera sin dificultad y acomodarlo hasta conseguir la postura correcta que debe ser grabada por la mente para ser repetida, así también es posible tomar consciencia que las alegrías o las dificultades son parte del andar por la vida y que, sin dejar de vivirlas con toda la intensidad posible, dolor incluído, hay que aprender a superarlas sin dejarse dominar por ellas, recurriendo al ejercicio de "grabarlas" para entender las causas y efectos que generaron en el interior para a futuro en situaciones similares saber identificarlas y así desecharlas o tomarlas.
En ese aprendizaje de retener y grabar vivencias, la vida me ha traido a un punto en el que me pregunto si es lo mismo decir "mis primeros 50" a decir "medio siglo". Esta pregunta me ha rondado estos seis días y recién ahora lo tengo claro. En estricto rigor es lo mismo, pero en sentimiento son sólo los primeros 50, porque cada día es un empezar en ella nuevamente pero con más herramientas.
Cada mañana la premisa es "hacer de lo ordinario algo extraordinario", talvez no es mucho, pero sé bien cómo ha servido para seguir, con la mirada clara y de frente sacando energía de cada vivencia con herramientas que han sido útiles para, en lugar de perder las fuerzas, poder mantenerme con ellas y sin perder la ilusión.
Es esa la sensación que me ronda, sabiendo que las dificultades y las alegrías, con lo que en su momento han significado, son el muro de contención para seguir el camino. Este empezar una vez más en la mitad de la vida, viene cargado de aprendizajes, de ganas, de la convicción de no perder la intensidad con la que se debe vivir cada cosa, cada momento, cada día, la misma que ha sido parte de los años transcurridos bien o mal, pero intensos, completos y también complejos.