martes, 27 de marzo de 2012

Cucuruchos

Hoy esperaba encontrar abierto el pequeño almacén de la Fundación Fernández Madrid en el que venden unos preciosos cucuruchos de Semana Santa en cerámica, pero no y cuando nos fijamos en los detalles, con Carmen, las aldabas y las chapas tenían pequeñas telarañas de días que no habían sido removidas, por más que los vecinos dijeran que "el señor viene todas las tardes" entonces me asomé por la ventana y ahí estaban tres cucuruchos vestidos de morado con una cinta blanca colgando de la cintura y dos cargando unas pequeñas cruces y el otro con un palo; los tres parecían caminar en procesión en una repisa lateral.

 Los cucuruchos tienen su historia, triste por lo demás, la que se remonta a ese periodo negro en España,  cuando los inquisidores, esos que impusieron su religión, la católica, a los judíos de España o Sefarad, que es el nombre en ladino, les imponían el capirote (cucurucho) para para que al pasearlos fueran reconocidos y humillados.