domingo, 7 de diciembre de 2008

disparate: mario benedetti

44. Disparate

por Mario Benedetti

En primera instancia somos un destino y en última instancia un disparate. No sé quién se habrá ocupado de crearnos, tan indefensos, tan soberbios, tan inauditos, tan curiosos.

Sin embargo sin embargo y con embargo somos un misterio que está siempre en el borde del abismo. El universo sólo sabe burlarse de nosotros, nos abanica con la pantalla de la muerte como si fuera una novedad. ¡Si sabremos que el no existir existe!


caidos del cielo, oleo sobre papel, originally uploaded by dibufoto.

Somos un disparate porque así y todo buceamos en la fe, buscamos el cielo cuando la lluvia lo desaparece y abrimos los brazos cuando las catástrofes nos cercan.

Somos un disparate porque elegimos el crepúsculo desde la terraza y nos metemos en la noche sin ninguna exigencia.

Aquí y allá enfrentamos paradojas, inventamos palabras de locura, paréntesis de ansiedad. Y así andamos, descalzos, por las piedras, sin que el alredededor nos haga mella.
Y mientras tanto, el mundo mudo nos contempla y el corazón nos sigue.
Qué disparate


Tomado de: Vivir adrede de Mario Benedetti

4 comentarios:

Nochestrellada dijo...

...Somos un disparate porque así y todo buceamos en la fe, buscamos el cielo cuando la lluvia lo desaparece y abrimos los brazos cuando las catástrofes nos cercan..."

hermoso disparate!

besos

PIER dijo...

Giramos al son del mundo..
A veces a lo loco. sin importarnos nada.. pero otras veces actuamos con la cabeza, aunque el mundo siquiera se de cuenta..
abrazos.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Que buen disparate éste de Benedetti.


Saludos cariñosos

irene dijo...

Es cierto, el no existir, existe, pero mientras existimos, disfrutamos de ello, tenemos muchas cosas en el universo para hacerlo, y cuando no existamos, no seremos conscientes de ello.
Si lo pensamos seriamente, somos un granito de arena en el desierto, nada más, poca cosa para ser soberbios.
Disfruté mucho de mi viaje a Galicia, a pesar del pésimo tiempo, seguro que te gustaría esta tierra.
Un beso, Francisca.