lunes, 14 de abril de 2008

enrique morente, federico garcía lorca y leonard cohen

Enrique Morente (Albaicín, 1942), de los más importantes en el cante flamenco, ligado al cante tradicional, pero también con una mirada amplia a otras formas creativas y a relacionar la música con la poesía.

Esta grabación, concretamente, realizada en 1996 con Lagartija Nick, un grupo de rock de estilo trash, marca un hito importante, especialmente porque son poemas de Federico García Lorca que fueron traducidos y musicalizados por el escritor y músico Leonard Cohen (Montreal, 1934).

Más adelante seguiré subiendo otros temas del mismo album.



Pequeño Vals Vienés (*)
Federico García Lorca

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals con la boca cerrada.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals que se muere en mis brazos.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac,
que moja su cola en el mar.
Porque te quiero, te quiero amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals de quebrada cintura.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac,
que moja su cola en el mar.

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar.
Quiero amor mío, amor mío, dejar
violín y sepulcro, las cintas del vals.
Quiero amor mío, amor mío, dejar
violín y sepulcro, las cintas del vals.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals del "te quiero siempre".

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac,
que moja su cola en el mar.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac,
que moja su cola en el mar.

Porque te quiero, te quiero amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia ...


(*) Leonard Cohen tradujo esta letra al inglés para musicalizarlo con ritmo de vals


First we take Manhattan
Leonard Cohen

They sentenced me to twenty years of boredom
For trying to change the system from within
I’m coming now I’m coming to reward them
First we take Manhattan, then we take Berlin

I’m guided by a signal in the heavens
I’m guided by this birthmark on my skin
I’m guided by the beauty of our weapons
First we take Manhattan, then we take Berlin

I’d really like to live beside you, baby
I love your body and your spirit and your clothes
But you see that line there moving through the station?
I told you I told you I told you I was one of those

You loved me as a loser
But now you’re worried that I just might win
You know the way to stop me
But you don’t have the discipline
How many nights I prayed for this: to let my work begin
First we take Manhattan, then we take Berlin

I don’t like your fashion business, mister
And I don’t like these drugs that keep you thin
I don’t like what happened to your sister
First we take Manhattan, then we take Berlin

And thank you for those items that you sent me
The monkey and the plywood violin
I practiced every night and now I’m ready
First we take Manhattan, then we take Berlin

Remember me, I used to live for music
Remember me, I brought your groceries in
It’s Father’s Day and everybody’s wounded
First we take Manhattan, then we take Berlin


Manhattan
(traducción)

Me condenaron a veinte años de hastío
por intentar cambiar el sistema desde dentro.
Ahora vengo a desquitarme,
primero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Me guía una señal en los cielos,
me guía una marca de mi piel,
me guía la belleza en nuestras armas,
primero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Quisiera estar siempre contigo.
Me gusta tu cuerpo, tu espíritu y tu ropa,
pero ¿ves esa fila que avanza en la estación?
Te dije, ya te dije,
que yo, ay que yo era uno de ellos.

Me amaste como perdedor
y te preocupa que pueda vencer.
Sabes cómo detenerme
y no me sabes tú comprender.
¿Cuántas veces recé para yo volver a empezar?

Pimero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Recuerda que yo vivía para la música,
recuerda que de mí te mantenías.
Hoy es el día del padre y estamos heridos,
después conquistaremos Berlín.

Quisiera estar siempre contigo.
Me gusta tu cuerpo, tu espíritu y tu ropa,
pero ¿ves esa fila que avanza en la estación?
Te dije, ya te dije,
que yo, ay que yo era uno de ellos




La Aurora de Nueva York
Federico García Lorca

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de. cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.




Ciudad sin sueño
(Nocturno del Brooklyn Bridge)
Federico García Lorca

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.

Un día
los caballos vivirán en las tabernas
las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención deí puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.



Omega
(Poema para los muertos)

Como la noche es interminable
cuando se apoya en los enfermos.
Y hay barcos que buscan ser mirados
para poder hundirse tranquilos,
para poder hundirse tranquilos,
para poder hundirse tranquilos.

Si cada aldea tuviera una sirena
mi corazón tendría la forma de un zapato

No solloces, silencio,
que no nos sientan, que no nos sientan.
Tengo un guante de mercurio
y otro de seda, y otro de seda.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.

Yo me cortaré la mano, me cortaré la mano derecha.
Tengo un guante de mercurio,
de mercurio y otro de seda.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta,
al abrirse la gran puerta.

Aqueos los golpes,
aqueos por Dios,
que se le arrancan las alas,
que se le arrancan las alas,
de fatiga, las alas,
las alas a mi corazón.

Como doblaron las campanas ...

No solloces, silencio,
que no nos sientan, que no nos sientan.
Tengo un guante de mercurio
y otro de seda, y otro de seda.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.

¡Las hierbas!
¡Las hierbas!

Tú vienes vendiendo flores,
tú vienes vendiendo flores,
las tuyas son amarillas,
las mías de tos colores.

Tú vienes vendiendo flores,
tú vienes vendiendo flores,
las tuyas son amarillas,
las mías de tos colores.

No solloces, silencio,
silencio que no nos sientan.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.

No solloces, silencio,
silencio que no nos sientan.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.

No solloces, silencio,
silencio que no nos sientan.
Se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.


4 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

Merece mucho la pena leerlo, es excelente. Besos.

montt dijo...

La verdad es que yo voy a comentar sobre el Trébol y su recientemente adquirido "agujero de aguacero". ni siquiera había visto las imágenes. Me quedé loco. Me recordó cuando se cayó la autopista a Cumbayá.

Ufff

Cariños

francisca de la torre dijo...

si, a Lorca siempre y en este caso, también escucharlo.

Cierto, Sr. Montt, y después de muchos años hicieron un tunel para suplir el camino que se fue al precipicio. Ahora éstán viendo que hacer, mientras tanto todavía dura el chuchaqui del hueco

Juan Guerrero dijo...

He entrado a la carrera, pero no podía dejar de visitarte pues el encuentro de ayer, junto con la sensación adrenalinica del escenario, las luces (algo tenues)los aplausos, me permiten decir que he vivido un Miercoles de cuento.
Un abrazo y me comprometo a entrar con tiempo para disfrutar del flamenco y de la elctura que ofreces, un abrazo
Juan Guerrero