sábado, 21 de junio de 2008

caminandote Quito

sigo respirando el aire quiteño, escuchando sus sonidos, encantándome con esas cosas que tiene, como los casi diluvios que caen intempestivamente ...sigo disfrutando de Quito y en estos últimos días, especialmente, lo he hecho con el corazón lleno de plácida alegría.


en El Tejar, originally uploaded by dibufoto.

Esta ha sido la cuarta vez en la semana que he andando por el centro histórico y sé que podría hacerlo todos los días sin cansancio, con la emoción que me produce ver las iglesias coloniales, sus campanarios o cúpulas, las fachadas de las casas con balcones adornados con geranios, los techos llenos de tejas cuando se está más arriba, las lomas vestidas de casas cuando se está más abajo y la gente diversa que habita esta ciudad.




de fondo el Pichincha, originally uploaded by dibufoto.

Hoy esperaba encontrar abierto el pequeño almacén de la Fundación Fernández Madrid en el que venden unas preciosas piezas en cerámica, pero no y cuando nos fijamos en los detalles, con Carmen, las aldabas y las chapas tenían pequeñas telarañas de días que no habían sido removidas, por más que los vecinos dijeran que "el señor viene todas las tardes" entonces me asomé por la ventana y ahí estaban tres cucuruchos vestidos de morado con una cinta blanca colgando de la cintura y dos cargando unas pequeñas cruces y el otro con un palo; los tres parecían caminar en procesión en una repisa lateral, como recordándole a esta ciudad que el catolicismo se impuso como en todas partes, buscando borrar cualquier vestigio de la historia sefardí de la península que también llegó a las nuevas tierras huyendo de la Inquisición.

Nos quedamos dando vueltas y ya se sentía el cambio de semana laboral a fin de semana, se cerraban las cortinas de los almacenes, desaparecía la burocracia, el cielo se mezclaba de arreboles y nubarrones, se veía poca gente en el atrio de San Francisco, mas abajo se encendían las luces de Santo Domingo y en la Plaza Grande el Palacio de Gobierno se veía vacío mientras mucha gente circulaba con calma quiteña, con ese "ya mismo" sin tiempo.


atrio de San Francisco, originally uploaded by dibufoto.

Un inconfundible olor a tripa mishque llegaba de alguna esquina y en una vitrina de tienda nos miraban unas pequeñas mistelas como pidiendonos que las lleváramos y por unos minutos pensé en la sensación de infancia del caramelo casi transparente con forma de botellita que se derrite en la boca y como el licor que lo llena matiza su dulzor. No, dejamos esas mistelas en la misma vitrina, acompañadas de colaciones, cocadas, aplanchados, quesadillas, verdes higos confitados, moncaibas, bizcochos y rosquillas.

Me queda una semana de Quito y seguramente volveré al centro para guardar por quien sabe cuánto tiempo más sus olores, sus colores, las sensaciones de la ciudad antigua, colonial, histórica mezclada con lo nuevo, con el comercio de baratijas chinas, de artesanías indígenas, de olores de fritada y tripa, poblada de gente diversa. Me quedan pocos días y ya siento, aunque me resisto, su ausencia y su lejanía.

2 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

Yo también volvería al centro. Besos.

francisca de la torre dijo...

y te encantaría, Waiting, lo disfrutarías.

Un beso,