José Bergamín, (Madrid 1895 - San Sebastián 1983) estudió leyes y empezó a escribir en 1921 en la revista "Índice" dirigida por Juan Ramón Jiménez quien junto a Miguel de Unamuno fueron sus amigos más cercanos. En 1933 fundó la revista "Cruz y Raya" y formó parte de la "Alianza de Intelectuales Antifacistas". Luego del triunfo del franquismo partió al exilio que le llevó a vivir en México, Venezuela, Uruguay y Francia. A este poeta se lo relaciona con la generación del 27.
Bergamín fue quien editó "Poeta en Nueva York" de Federico García Lorca, en el exilio en México, luego que fundó la Alianza de Intelectuales Antifacistas y se tuvo que ir de España. El manuscrito le entregó el poeta mismo antes de su muerte. También editó la obra de Antonio Machado, Rafael Alberti y García Lorca, entre otros, desde la Editorial Séneca fundada por él mismo.
José Bergamín es autor de "La música callada del toreo", nombre que luego Rafael Alberti dió a un poema que le dedicó:
LA MUSICA CALLADA DEL TOREO
A José Bergamín
De luz en sueño y sombra la corrida:
Un abrir y cerrar, verte y no verte,
un quererte en silencio por prenderte,
llama espiral, ceñida y desceñida.
Un silbido que aposenta su medida
en el aire acordado de la suerte,
un pase de la luz al de la muerte
o en alas de la sombra al de la vida.
Un prodigioso mágico sentido,
un recordar callado en el oído
y un sentir que en mis ojos sin voz
veo.
Una sonora soledad lejana,
Fuente sin fin de la que insomne mana
La música callada del toreo.
Del mismo modo, José Bergamín le dedicó un poema a Alberti:
OTROS SONETOS
A Rafael Alberti
EUROPA no habla griego, que habla gringo
Creyendo que está hablando en europeo:
Babélico balido ybalbuceo
Quese americaniza de vikingo.
Nunca soó un imperio Carolingo
Tan incontinental cocacoleo.
Ni encontró un Bonaparte a su deseo
Tal respuesta, responso, ni respiro.
Respuesta que es apuesta y desatina.
Responso a la difunta Gran Bretaña.
Respingo que lo da quien más se empina.
Y mientras se la ignora o se la extraña
A unaEuropa, que, al serlo, fue latina,
Ya no se habla en cristiano ni en España.
José Bergamín se movió entre la poesía, el ensayo, la dramaturgia. Estos son unos pocos de sus poemas:
TÚ que sabes tantas cosas,
Dime por qué vuela el pájaro;
Por qué crecen las espigas;
Por qué reverdece el árbol.
Por qué se alumbran de flores
En primavera los prados.
Por qué no se calla el mar.
Por qué se apagan los astros.
Por qué es sonoro el silencio
En la soledad del campo:
Y el agua corre a esconderse
Entre su risa y su llanto.
Por qué el viento aviva el fuego
Cuano no puede apagarlo.
Por qué el corazón se duerme
Si el alma sigue soñando.
LA VEJEZ es una máscara:
Si ta la quitas, descubres
El rostro infantil del alama.
La niñez te va siguiendo
Durante toda la vida.
Pero ella va más despacio
Y tú andas siempre de prisa.
Cuando la vejez te llega,
No es que vuelvas a la infancia,
Es que moderas el paso
Y al fin la niñez te alcanza.
POEMA A CRISTO CRUCIFICADO
Tú me ofreces la vida con tu muerte
y esa vida sin Ti yo no la quiero;
porque lo que yo espero, y desespero,
es otra vida en la que pueda verte.
Tú crees en mí. Yo a Ti, para creerte,
tendría que morirme lo primero;
morir en Ti, porque si en Ti no muero
no podría encontrarme sin perderte.
Que de tanto temer que te he perdido,
al cabo, ya no sé qué estoy temiendo:
porque de Ti y de mí me siento huido.
Mas con tanto dolor, que estoy sintiendo,
por ese amor con el que me has herido,
que vivo en Ti cuando me estoy muriendo.
A UNAMUNO
la mar, de la que soy
cada vez, más íntimo amigo
M.de Unamuno
A esta soledad a solas
(acantilado en que rompen
los sueños como las olas)
he vuelto para soñar,
como Unamuno soñaba:
la "íntima amistad del mar".
Soledad de soledades
de la mar, siembra en el viento
de futuras tempestades.
De los vientos que sembraba
nunca pudo cosechar
la tempestad que esperaba.
Y esta mar brava o en calma
acompañó el solitario
diálogo con su alma.
Como si la mar no fuera
más que el soliloqueante
soñar de su vida entera.
Mar cántabra unamuniana,
vuelvo a ti para encontrar
su íntima amistad lejana.
Para volverla a soñar.
AL VOLVER
Aquí nació mi vida a la esperanza
y aquí esperé también que moriría;
ahora que vuelvo aquí, parecería
que el tiempo me persigue y no me alcanza.
Detiene otoño el paso a la mudanza
que en la luz, en el aire se extasía;
los árboles son llamas, su alegría
enciende ya mi bienaventuranza.
Todo pasó. Todo quedó lo mismo:
como si en este otoño floreciera,
ardiendo en el fulgor de su espejismo,
última para mí, la primavera;
abismo del no ser al ser abismo,
la eternidad del tiempo prisionera.
ENRIQUE MORENTE LE CANTA A JOSE BERGAMIN
José Bergamín
El valor de un poeta que se enfrenta a la muerte
José Bergamín por Ida Vitale
José Bergamín: "En España me siento realmente fantasma"
José Bergamín
Selección poética de José Bergamín
Apartada Orilla - José Bergamín
Bergamín fue quien editó "Poeta en Nueva York" de Federico García Lorca, en el exilio en México, luego que fundó la Alianza de Intelectuales Antifacistas y se tuvo que ir de España. El manuscrito le entregó el poeta mismo antes de su muerte. También editó la obra de Antonio Machado, Rafael Alberti y García Lorca, entre otros, desde la Editorial Séneca fundada por él mismo.
José Bergamín es autor de "La música callada del toreo", nombre que luego Rafael Alberti dió a un poema que le dedicó:
LA MUSICA CALLADA DEL TOREO
A José Bergamín
De luz en sueño y sombra la corrida:
Un abrir y cerrar, verte y no verte,
un quererte en silencio por prenderte,
llama espiral, ceñida y desceñida.
Un silbido que aposenta su medida
en el aire acordado de la suerte,
un pase de la luz al de la muerte
o en alas de la sombra al de la vida.
Un prodigioso mágico sentido,
un recordar callado en el oído
y un sentir que en mis ojos sin voz
veo.
Una sonora soledad lejana,
Fuente sin fin de la que insomne mana
La música callada del toreo.
Del mismo modo, José Bergamín le dedicó un poema a Alberti:
OTROS SONETOS
A Rafael Alberti
EUROPA no habla griego, que habla gringo
Creyendo que está hablando en europeo:
Babélico balido ybalbuceo
Quese americaniza de vikingo.
Nunca soó un imperio Carolingo
Tan incontinental cocacoleo.
Ni encontró un Bonaparte a su deseo
Tal respuesta, responso, ni respiro.
Respuesta que es apuesta y desatina.
Responso a la difunta Gran Bretaña.
Respingo que lo da quien más se empina.
Y mientras se la ignora o se la extraña
A unaEuropa, que, al serlo, fue latina,
Ya no se habla en cristiano ni en España.
José Bergamín se movió entre la poesía, el ensayo, la dramaturgia. Estos son unos pocos de sus poemas:
TÚ que sabes tantas cosas,
Dime por qué vuela el pájaro;
Por qué crecen las espigas;
Por qué reverdece el árbol.
Por qué se alumbran de flores
En primavera los prados.
Por qué no se calla el mar.
Por qué se apagan los astros.
Por qué es sonoro el silencio
En la soledad del campo:
Y el agua corre a esconderse
Entre su risa y su llanto.
Por qué el viento aviva el fuego
Cuano no puede apagarlo.
Por qué el corazón se duerme
Si el alma sigue soñando.
LA VEJEZ es una máscara:
Si ta la quitas, descubres
El rostro infantil del alama.
La niñez te va siguiendo
Durante toda la vida.
Pero ella va más despacio
Y tú andas siempre de prisa.
Cuando la vejez te llega,
No es que vuelvas a la infancia,
Es que moderas el paso
Y al fin la niñez te alcanza.
POEMA A CRISTO CRUCIFICADO
Tú me ofreces la vida con tu muerte
y esa vida sin Ti yo no la quiero;
porque lo que yo espero, y desespero,
es otra vida en la que pueda verte.
Tú crees en mí. Yo a Ti, para creerte,
tendría que morirme lo primero;
morir en Ti, porque si en Ti no muero
no podría encontrarme sin perderte.
Que de tanto temer que te he perdido,
al cabo, ya no sé qué estoy temiendo:
porque de Ti y de mí me siento huido.
Mas con tanto dolor, que estoy sintiendo,
por ese amor con el que me has herido,
que vivo en Ti cuando me estoy muriendo.
A UNAMUNO
la mar, de la que soy
cada vez, más íntimo amigo
M.de Unamuno
A esta soledad a solas
(acantilado en que rompen
los sueños como las olas)
he vuelto para soñar,
como Unamuno soñaba:
la "íntima amistad del mar".
Soledad de soledades
de la mar, siembra en el viento
de futuras tempestades.
De los vientos que sembraba
nunca pudo cosechar
la tempestad que esperaba.
Y esta mar brava o en calma
acompañó el solitario
diálogo con su alma.
Como si la mar no fuera
más que el soliloqueante
soñar de su vida entera.
Mar cántabra unamuniana,
vuelvo a ti para encontrar
su íntima amistad lejana.
Para volverla a soñar.
AL VOLVER
Aquí nació mi vida a la esperanza
y aquí esperé también que moriría;
ahora que vuelvo aquí, parecería
que el tiempo me persigue y no me alcanza.
Detiene otoño el paso a la mudanza
que en la luz, en el aire se extasía;
los árboles son llamas, su alegría
enciende ya mi bienaventuranza.
Todo pasó. Todo quedó lo mismo:
como si en este otoño floreciera,
ardiendo en el fulgor de su espejismo,
última para mí, la primavera;
abismo del no ser al ser abismo,
la eternidad del tiempo prisionera.
ENRIQUE MORENTE LE CANTA A JOSE BERGAMIN
José Bergamín
El valor de un poeta que se enfrenta a la muerte
José Bergamín por Ida Vitale
José Bergamín: "En España me siento realmente fantasma"
José Bergamín
Selección poética de José Bergamín
Apartada Orilla - José Bergamín
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